Museo de Segovia
1 de enero de 2015
28 de febrero de 2015
Todos los públicos. Todos los públicos.
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Junta de Castilla y León
Museo de Segovia
Director: Santiago Martínez Caballero
Calle Socorro 11. C.P.: 40003 Segovia.
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Museo de Segovia. Conocido a nivel popular por el retrato de Antonio Machado (Béjar, colección particular), realizado precisamente en Segovia en 1926 y presentado en exposición el mismo año en Madrid, Cristóbal Ruiz Pulido representa entre los pintores de su generación una línea personal de particular sentido figurativo, luminosidad y lirismo.
El Retrato de su hija Magdalena en un pasillo (Madrid. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía), pintado en 1923 y del que el pequeño cartón del Museo de Segovia es boceto, ha llegado a ser por su sencillez, delicadeza formal y sentido tonal una de sus obras más conocidas y admiradas y constituye un representativo ejemplo de una concepción figurativa a la que permaneció siempre fiel, igualmente abierta a paisajes amarillos y verdes, de luz diáfana; una pintura que es esencia de luz y color, de la que huyen siempre las sombras tanto o más que los pormenores descriptivos.
Resuelto en un juego tonal de blancos y de azules agrisados, con un destello amarillo mínimo y la brillante negritud del cabello, es cuadro intimista y sobrio, de una modernidad sorprendente. No otra cosa muestra el boceto. Ciertamente, el objeto que manipula la pequeña Magdalena, sólo color, en ningún caso queda del todo definido, como corresponde a la minimalización de lo superfluo. La esencialidad inherente a la naturaleza propia del boceto ahonda por lo sumario no hay rostro, ni casi manos en aquella a la que el pintor aspira, pero es sólo aquí fruto del proceso de gestación, y las frías y húmedas tonalidades acuareladas no alcanzan en su definición, en parte también por ello, la luminosidad del lienzo definitivo. Como diferencia sustancial respecto de éste, el espacio se empequeñece y la figura ofrece una apariencia más aniñada, por la menor estilización y menor incurvación del torso y por el tamaño de la cabeza.
Donación probable del propio autor, el boceto hubo de ingresar en el Museo de Segovia en 1926, cuando Cristóbal Ruiz pasó por Segovia, donde pintaría su luminosa y casi minimalista Tierras de Segovia (Segovia, colección Familia Quintanilla) y, con el fondo de la sierra de Guadarrama y similar luminosidad y economía descriptiva, su bien conocido Retrato de Antonio Machado (Béjar, colección particular).
Texto: Fernando Collar de Cáceres Universidad Autónoma de Madrid.
Cristóbal Ruiz Pulido. Retrato de su hija en un pasillo, 1923. Óleo sobre cartón (boceto).
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