Museo de Segovia
1 de mayo de 2014
30 de junio de 2014
Todos los públicos.
Educación, Investigación, Segovia, Cultura, Actividades culturales, Museos, Centros, aulas y yacimientos arqueológicos, Colecciones, Conservación, Exposición
Junta de Castilla y León
Museo de Segovia
Director: Santiago Martínez Caballero
Calle Socorro 11. C.P.: 40003 Segovia.
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Museo de Segovia. El Diccionario de la Lengua Española dice refiriéndose a molino que es un “artefacto con que, por un procedimiento determinado, se quebranta, machaca, lamina o estruja alguna cosa”. También recibe este nombre la “Casa o edificio en que hay un molino”
La maqueta que os presentamos, representa la zona de las muelas que es la parte de un molino harinero tradicional destinada a la molturación del cereal, la que realiza el trabajo de romper el grano y convertirlo en harina. Fue realizada en 1988 por el taller de maquetas "Anthica", por encargo del Museo de Segovia. La elaboró el maquetista Eduardo Cristóbal tomando como ejemplo el molino eléctrico de la localidad de Madrona que hoy se ha convertido en el bar El Molino, en donde se conserva la maquinaria original.
El cuerpo principal de la maqueta, es de forma prismática de base cuadrada y representa el zócalo donde se emplazan las muelas que estaban elevadas del suelo del edificio aproximadamente un metro. Si nos situamos de frente, a la izquierda se encuentra la cabria, que es una sencilla grúa que se utiliza para elevar las piedras o muelas y darle la vuelta para volverlas a tallar cuando se gastan.
En la parte central del zócalo están emplazadas las muelas. La muela inferior que está fija se denomina solera y la superior, que es la que se mueve volandera. Las piedras son cilíndricas y las reales pesan del orden de 900 kilogramos. Esta maqueta es dinámica y la muela volandera gira accionando una manivela. Las muelas están cubiertas por una pieza de madera de forma cilíndrica que se llama guardapolvos y como su nombre indica evita que la harina se pierda en el proceso de la molturación.
Sobre el guardapolvos hay un armazón de madera o burro que soporta la tolva. Ésta tiene forma de tronco de pirámide invertida y es donde se echa el grano. De la tolva, el grano cae al cuezo, que tiene como misión la de dosificar la cantidad de grano que entra en las muelas por el orificio superior de la tapa justo encima del ojo de la muela volandera.
¿Cómo se efectúa la dosificación? El sistema es sencillo e ingenioso, veamos: el cuezo está suspendido debajo de la tolva, atado por cuerdas. Según regulemos la tensión de éstas, su inclinación variará y podremos ajustar también la fricción entre el cuezo y el triquitraque. Cuando el molino está en movimiento, el triquitraque, con sus ranuras, golpeará al cuezo, con mayor o menor intensidad dependiendo del tensado y de la velocidad de giro y así éste hará vibrar al cuezo facilitando la caída adecuada del grano. Este sistema es posiblemente el automatismo más antiguo inventado.
Cuenta la maqueta también con una reproducción de las medidas tradicionales. De los “ingenios” tradicionales, en la provincia, los molinos harineros hidráulicos son los más numerosos, prácticamente no hay curso de agua con cierta importancia que no haya impulsado un molino harinero. Además de los molinos hidráulicos también contamos con molinos accionados por otras fuentes de energía como la eléctrica: el gas pobre o gasógeno movía un molino en Sangarcía, el vapor accionaba un molino en Navalmanzano e incluso el viento, hacia girar las muelas de molinos en Cuellar y en Villacastín.. (Texto: Jorge Soler Valencia.)
Maqueta de un molino harinero