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Museo de Segovia

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Cuadro: "Levitación de Santa Teresa y San Juan de la Cruz en la Encarnación de Ávila”, de José García Hidalgo

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Fecha de inicio:

17 de abril de 2020

Fecha de finalización:

15 de mayo de 2020

Colectivo destinatario:

Todos los públicos.

Precio:

Gratuito

Tipo de evento:

Cultura, Museos, Taller, Actividades culturales, Segovia

Entidad organizadora:

Junta de Castila y León

Lugar de celebración:

Museo de Segovia

Director: Santiago Martínez Caballero

Calle Socorro 11. C.P.: 40003 Segovia.

921460615

921460580

museo.segovia@jcyl.es

Descripción:

Museo de Segovia. El rapto conjunto de santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz en el monasterio de la Encarnación de Avila, en vísperas del día de la Trinidad de 1572, constituye uno de los pasajes más significativos de la relación espiritual entre ambos descalzos y la única situación específica, fuera de licencias iconográficas menores (Bouttats, Zucchi), que comportó una experiencia mística común.

Los hechos los refiere brevemente ya fray Diego de Jesús, a quien siguen fray Jerónimo de San José y los demás biógrafos del santo. Tuvieron lugar estando san Juan en el locutorio conventual en conversación con la santa en torno al misterio de la Trinidad, y fue testigo del prodigio sor Beatriz de Jesús, quien entraba a dar recado a la priora y observó cómo el descalzo comenzaba a elevarse por los aires, aferrándose a su silla por evitarlo, y cómo la santa madre se vio igualmente arrebatada del otro lado de la reja hacia el techo de la estancia, arrastrada por el vértigo de sus palabras. El tema pasaría inevitablemente así a la iconografía de san Juan, y sólo de modo colateral a la de santa Teresa, quien nada refiere de tan singular experiencia común. En la interpretación que pintores y grabadores hicieron de la escena ella figura unas veces sentada, otras arrodillada y las más en pie asida a la reja, siempre en disposición ingrávida.

No hay noticia de que hubiera ninguna pintura de este asunto en la primera capilla preparada y adornada a raíz de la llegada del cuerpo de san Juan de la Cruz a Segovia, puntualmente descrita por fray Jerónimo, aunque sabemos que se contemplaba ya su inclusión en la serie grabada que, de manera análoga a la Vita Beata Virginis Teresiae a Iesu de Collaert (Amberes, 1613) y estando por beatificar, se preparaba y que nunca vería luz (BNE, Procesos de beatificación
de S. Juan de la Cruz; ms. 12.738, fols 1387-1398). La aplicación de los decretos de Non cultu desbarató aquel primer conjunto, y formalmente desaparecieron todas las imágenes del descalzo, a quien no cabía rendir veneracion. Sólo su beatificación en 1675 dio rienda suelta a un impulso iconográfico definitivo.

José García Hidalgo tuvo sin duda un papel primordial en las nuevas decoraciones del convento, muy
probablemente de manera esencial en la capilla dedicada al santo, aunque también en otros recintos, como la ermita de Arriba, con temas místicos y pasajes biográficos. Lamentablemente no se tiene ninguna descripción de cómo era aquel conjunto, y permanecen in situ solo las pinturas murales (portada y cúpula) realizadas por entonces, el lienzo de la ermita y algunos pequeños cuadros en relación los más con sus reliquias.

Muy distinto es el caso sobre los cambios que tras su canonización (1726) se llevaron a cabo en su sepulcro, luego también removido. El de la Levitación conjunta de san Juan de la Cruz y santa Teresa de Jesús, firmado, es uno de los grandes lienzos realizados por García Hidalgo no mucho después de 1675, y sin duda el más importante de los pintados sobre el tema, como bien se entiende, dado que había de ser uno de los de mayor tamaño de la que daba en ser por antonomasia la capilla del santo. La escena se abre convencionalmente hacia el espectador en ambos lados del locutorio, según la común interpretación de grabadores y pintores, con san Juan en volandas, asido a la silla y con la mirada fija en una mística manifestación de la Trinidad, y la santa flotando en actitud erguida, agarrada a la reja y con gesto igualmente estático, del lado contrario. Por el arco que da acceso a la zona claustral se asoma sor Beatriz, poniendo la nota testifical al tema, que García Hidalgo toma de la estampa del Encuentro entre los dos descalzos en Medina de Campo perteneciente a la serie de Adriaen Collaert.

La pintura formó ya posiblemente parte de los primeros fondos del Museo de Segovia, inventariados por Quintanilla y Depret, quienes registran un lienzo de procedencia desconocida, sin marco, de “Santa Teresa y San Juan de la cruz” (nº inv. 51), catalogado simplemente como español -no hay en el museo actual mas que otra pintura menor con ambos santos-, y con el nº inv. 61 otro de “La Trinidad”, con marco dorado, como “original de José García” y procedente de Santa Columba. Extraña en todo caso la identificación aquí del tema, lo que unido a la procedencia, siempre la inmediata y no siempre fiable, mueve a toda clase de dudas. No hay constancia en todo caso en su inventario de otra pintura de García Hidalgo firmada, que había de estar también en el Museo; hoy en el convento de Corpus Christi. Dos de las principales de la serie pintadas para los Descalzos quedaron en el convento, junto con otras menores, y alguna otra salió también de sus muros, como la perteneciente a la colección de la Diputación Provincial, debiéndose de perder las más de manera irremediable, acaso algunas durante la francesada, sin que resulte claro qué sucedió con la de san Juan de la Cruz escribiendo que aún llego a ver allí el comisionado Castelaro en 1842.

Texto: Fernando Collar de Cáceres