Museo de Valladolid
22 de mayo de 2020
22 de junio de 2020
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Museo de Valladolid
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Museo de Valladolid. San Jerónimo nació en Stridón, actual Croacia, y vivió entre los siglos IV y V. Es uno de los cuatro padres de la Iglesia católica, junto con san Agustín, san Gregorio Magno y san Ambrosio de Milán. Gran erudito y latinista, es célebre por su traducción de la Biblia al latín, traducción que fue denominada Vulgata (vulgata editio o edición para el pueblo). En el siglo XVI, Erasmo de Rotterdam escribió su biografía y estudió su obra, lo que llevó a hacer de él patrón de los humanistas.
En esta tabla, pintada al óleo, el Santo aparece frente al espectador sentado tras una mesa, como intelectual en su estudio, con bonete y ropaje rojos, simbolizando la dignidad de cardenal que nunca tuvo, dado que en su tiempo no existía tal rango en la Iglesia. Apoya su cabeza en la mano derecha mientras con la izquierda extiende su dedo índice señalando un cráneo humano para recordar la mortalidad de los hombres. Ante él, el capelo cardenalicio, indicando su alta dignidad, y un candelero con la vela apagada en cuya base reposa una despabiladera. Junto a la calavera, un tintero con su pluma que en todas las representaciones del Santo aparece junto al libro de la sagrada escritura, de la que Jerónimo fue traductor, y que sin embargo aquí no figura, siendo este el único caso conocido en que la Biblia no forma parte de la escena.
En el entorno aparecen objetos que con su simbolismo invitan al espectador a meditar sobre la temporalidad de las cosas mundanas y a dar a la escena un carácter de Vanitas: el pájaro en la jaula entreabierta, el aguamanil y la toalla, los libros, el crucifijo, la ventana acristalada por la que entra la luz… y el paisaje tras el arco del fondo. Lo que queda subrayado por la inscripción que se ve en la cartela pegada a la pared, en la que se lee: RESPICE FINEM (mira el final).
Alberto Durero, pintor y grabador alemán, realizó el año 1521, en el transcurso de una estancia en Amberes, una imagen de san Jerónimo que los historiadores del arte han venido teniendo como el modelo al que se debe una nutrida serie de “san jerónimos” realizados desde entonces hasta el siglo XVIII. Pero un análisis detenido permite hoy decir que, a pesar de sus similitudes, no todas las representaciones de san Jerónimo surgidas de talleres flamencos en el siglo XVI dependen del mismo prototipo, pues hubo otros pintores - Quentyn Metsis y Marinus van Reymerswale- que también lo representaron, siendo sus creaciones igualmente copiadas a lo largo del tiempo.
Hoy se sugiere que la composición de este San Jerónimo del Museo, y de los que a él se asemejan, pueda derivar -en origen- de la atribuida a Quentin Metsys (en el Museo de Viena, que también se dice que es copia que hizo su hijo Jan Messys) y que sus seguidores repiten y comercializan sin apenas variaciones. No obstante, debe señalarse que en el Fogg Museum, de la Universidad de Harvard (Cambridge, Massachusets), ha sido dada a conocer una nueva tabla de este tema que, tras su restauración, ha mostrado su fecha oculta entre uno de los motivos: 1521, y no se ha dudado en atribuir al pintor Joos van Cleve, resultando ser un modelo al que esta tabla del Museo copia con entera fidelidad.
Con estos datos, dado que esta pintura está realizada sobre madera de roble, según es característico de la producción flamenca, y que en su reverso consta una inscripción hasta ahora indescifrable pero que aparenta ser de igual origen, debe tenerse por obra de tal procedencia, seguramente de alguno de los talleres de Amberes donde proliferaron las imitaciones de grandes maestros para su venta y exportación.