Icono de Nuestra Señora de Kazán. Escuela Rusa.1808

Lugar de celebración:

Descripción:

Museo de Valladolid. En la Iglesia ortodoxa griega, la palabra icono (del griego eikón = imagen) designa una clase de pinturas realizadas sobre madera con una técnica especial de larga tradición oriental.

El icono no es mera obra de arte, se considera imagen fiel de Cristo, la Virgen, los santos y otros temas religiosos, por eso no varía a lo largo del tiempo, para reflejar siempre esa primera “imagen verdadera”. San Juan Damasceno, en el siglo VIII, decía que el icono era una revelación divina hecha en pintura.
  
Este icono del Museo es, así, reflejo fiel del icono original de la Madre de Dios de Kazán, actualmente conservado en Moscú, que data del siglo XIII (aunque la plancha que lo recubre es del siglo XVII). La tradición dice que en esa época, a causa de la persecución de los cristianos de Kazán por los tártaros, aquél icono fue ocultado y que en 1579, cuando la ciudad sufrió un gran incendio, una niña soñó ver a la Virgen, quien le pedía rescatarlo. Así es como fue descubierto, envuelto en un lienzo, enterrado bajo una estufa. Desde entonces, la Virgen de Kazán es patrona de aquella ciudad, situada a orillas del Volga en la república de Tartaria, y su icono es de gran veneración en toda Rusia.

Esta imagen de la Virgen acompañó a las tropas nacionales que liberaron a Moscú de los polacos en 1622 y veló por el ejército y el pueblo ruso en 1812 ante la invasión napoleónica. En 1821 el icono se trasladó de Moscú a San Petersburgo, donde se construyó una catedral en su honor. En 1904 fue robado, reapareciendo en el mercado de antigüedades a mediados del siglo XX. Tras ser recuperado fue entregado al papa Juan Pablo II quien, a su vez, lo entregó al Patriarca de Moscú en 2004.

Desde un punto de vista artístico, nuestro icono se atiene al estilo de la escuela rusa del siglo XIX cuya estética se ve influida por el gusto occidental. Está pintado sobre tabla y recubierto de una delicada labor orfebre, propia de dicha escuela.

Presenta la imagen de la Virgen, de medio cuerpo, con el Niño que bendice con su mano derecha, según un tipo iconográfico denominado Virgen Hodighitria: la que señala el camino, pues señala al Niño indicando que el camino es Él.

La pintura está recubierta de plancha de plata, trabajada de distintas formas para dar realce y volumen a las figuras. Los nimbos rematados con cenefa de puntas o pequeños rayos sobresalen del plano, igual que los mantos de la Virgen y el Niño, que se resaltan con un trabajo de calado y filigrana simulando la textura de los ropajes. Un detalle floral en relieve junto a la imagen simboliza la virginidad de María, rosa inmarcesible, es decir, que no se marchita.

En la parte superior, en dos cuadrados resaltados, se ven los habituales monogramas de la Virgen: MP / OY: Madre de Dios, y junto al Niño: IC XP: Jesucristo.

En la parte inferior puede leerse en caracteres griegos: Imagen de la Santísima Madre de Dios de Kazán. 
Por detrás lleva una inscripción medio borrada: esta imagen bendita… ermita 1808 año  enero  29… eres bendita… Gloria, que parece indicar la fecha de donación del icono a una pequeña iglesia en 1808.