Museo de Ávila
CERÁMICA DEL CERRO DE LA CABEZA, BASCARRABAL [97/75] III/II MILENIO (PATIO ALTO)
Esta pieza representa el auge del Calcolítico en Ávila, documentado en muchos yacimientos. Éste ha proporcionado tres centenares de hoyos, excavados en la tierra y colmatados con materiales depositados por los sucesivos pobladores o utilizados como fosas de inhumación. Tiene indicios de una primitiva explotación mineral, asociada a los cercanos afloramientos de malaquita, imprescindibles para la metalurgia del cobre.
TUMBA DE UN GUERRERO VETTÓN, EL RASO [ER/ T 63] SIGLOS IV/III a.C. (SALA IV)
En el ritual funerario de los vettones, las cenizas de los difuntos se sepultaban en una urna de cerámica, acompañadas por los instrumentos que podían necesitar en la vida de ultratumba. En la tumba seleccionada, además de vasos de ofrendas, destacan las armas: la espada con vaina ricamente decorada, restos del escudo y la lanza de hierro muy doblada.
VERRACOS DE MARTIHERRERO [75/5/ 1 a 25] SIGLO II (ALMACÉN VISITABLE)
Las labores agrícolas en el lugar El Palomar de Martiherrero, descubrieron tres cistas para cenizas y cuatro verracos de regular tamaño casi completos, caídos en diversas posiciones, uno de ellos con una inscripción funeraria en el lomo. Su posible adscripción a un panteón familiar muestra unos usos de enterramiento que fusionan elementos vettones y romanos.
TRITÓN DE LA VILLA DE MAGAZOS [68/20/1] SIGLOS II-III (SALA V)
Este grupo escultórico en mármol de Tritón y Nereida, junto con el mosaico geométrico también conservado en el Museo, es todo lo que se conoce de una importante villa romana que existió en Magazos. Se trata de una iconografía muy abundante en las artes decorativas romanas, relacionada con las fuentes o las zonas de baños.
PIZARRA VISIGODA DE DIEGO ÁLVARO [68/./52] SIGLO VII (SALA VI)
La pizarra sirvió de soporte de escritura en la Tardoantigüedad en las zonas donde abunda como roca, supliendo la carestía de pergamino y papiro. Estas piezas documentan distintos aspectos de la vida social en el mundo visigodo -son contratos, inventarios, recibos, testamentos…-, reflejando asimismo que se habla un latín vulgar ya precursor de la lengua romance.
HORNO DE CERÁMICA EN EL CEMENTERIO MUDÉJAR DE SAN NICOLÁS, ÁVILA, SIGLO XVI (ALMACÉN VISITABLE)
La importante población mudéjar del Ávila Bajomedieval ha dejado numerosos restos en la ciudad. El mejor conocido es el cementerio de San Nicolás, con casi 3.500 esqueletos, multitud de cipos y macabrillas para señalar las tumbas, además de un singular horno de cerámica, construido reutilizando los elementos funerarios cercanos cuando, en 1502, fue prohibido el rito islámico.
TRÍPTICO CON ESCENAS DE LA VIDA DE CRISTO Y DE LA VIRGEN [B/71/3/3] SIGLOS XV/XVI (SALA VII)
Pintura al óleo sobre tres tablas, del estilo flamenco propio de finales del siglo XV. Últimamente se atribuye a Petrus Christus, contemporáneo de Memling. La tabla central reúne en tres escenas escalonadas el Entierro, la Resurrección y la Ascensión de Cristo, flanqueadas por las puertas con las demás secuencias de su vida y de la de la Virgen.
VIDRIERA DEL ROSETÓN DE LA IGLESIA DE SAN PEDRO, ÁVILA [72/2/2] SIGLO XVI (PATIO ALTO)
Las obras de restauración de esta iglesia implicaron la sustitución de algunas porciones de su rosetón. Por ello, pasaron al Museo varios elementos de la vidriera de color, firmada por Arnao el Viejo o su hijo Arnao de Vergara. La obra renacentista que representaba en origen un Apostolado recitando el Credo sufrió múltiples reparaciones y añadidos posteriores.
SEPULCRO DE BERNARDINO DE BARRIENTOS, ZAPARDIEL DE LA CAÑADA [97/53/1] SIGLO XVI (ALMACÉN VISITABLE)
La tumba se construyó en la antigua iglesia del Castillo de Serranos de la Torre. Es obra de Vasco de la Zarza (14??-1524), importante escultor del Renacimiento abulense. El sepulcro del caballero, tallado en alabastro, presenta la figura yacente y un frontal heráldico. La imagen es muy semejante a otra del mismo autor en la catedral de Toledo.
COLODRAS DE RIOFRÍO, CABEZAS DEL VILLAR Y CASASOLA [C/68/2/199; /258; y /259] SIGLO XIX (SALA III)
También llamadas "cuernas", son uno de los objetos más característicos de la vida del pastor, que fabricaba con el asta vaciada de toros o vacas, decoraba profusamente a punta de navaja con motivos y escenas cotidianos, y utilizaba como recipiente para todo tipo de líquidos u otros elementos (pólvora, tabaco, afiladeras, cerillas, etc.).