Museo de Zamora
26 de marzo de 2020
1 de abril de 2020
Todos los públicos.
Zamora, Cultura, Museos, Exposición, Colecciones, Actividades culturales, Educación
Junta de Castila y León
Museo de Zamora
Director: Alberto Del Olmo Iturriarte
Plaza Santa Lucía 2. C.P.: 49002 Zamora.
980516150
980535064
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El Museo de Zamora. Los fondos iniciales del Museo de Zamora se formaron con obras pictóricas procedentes de los conventos suprimidos a raíz de las leyes desamortizadoras que se promulgan durante el siglo XIX. Algunas se exhiben en nuestras salas, pero otras permanecen confinadas en los almacenes del centro.
Tomando como referencia el 25 de marzo, fecha que la tradición católica señala para la celebración de la Anunciación, parece buen momento para compartir una de estas representaciones habitualmente ocultas para el público.
La importancia que con el Concilio de Trento adquiere la figura de la Virgen María en su naturaleza inmaculada, como mujer que alumbra al Redentor y primera intercesora para los creyentes, origina la revitalización en época barroca de algunos de los temas más utilizados por la tradición iconográfica cristiana.
La escena zamorana recrea el momento en que el arcángel San Gabriel anuncia a la Virgen su milagrosa maternidad. De muy aceptable calidad artística, perceptible aún pese a su estado de conservación, la representación ofrece unos vínculos estéticos razonables con la escuela vallisoletana del siglo XVII y, en concreto, con la producción cercana a Felipe Gil de Mena. Sin especiales alardes compositivos, la simplicidad de su concepción y el gusto por una iluminación muy tenue que se refuerza con claridad en los rostros, el tratamiento de los detalles decorativos -casi naturalezas muertas-, coincidencias en los tipos humanos utilizados y en el modo de hacer ropajes y pliegues, así como la peculiaridad de las cabecitas angelicales o la paloma, son características que nos conducen hacia otras producciones conocidas de parroquias y conventos vallisoletanos con las que se ha ido configurando un corpus, aún en proceso de formación y donde habría que diferenciar con mayor precisión la producción del vallisoletano Diego Valentín Díaz, maestro de Gil de Mena, así como la intervención de sus talleres y otras manos dentro de su círculo artístico.