Museo de Zamora
1 de junio de 2016
1 de noviembre de 2016
Todos los públicos.
Exposición
Junta de Castilla y León
Museo de Zamora
Director: Alberto Del Olmo Iturriarte
Plaza Santa Lucía 2. C.P.: 49002 Zamora.
980516150
980535064
Correo electrónico (pulse para verlo)
Museo de Zamora.- Zamora atesora la memoria creativa de León Felipe y Baltasar Lobo, dos rutilantes figuras de la cultura hispana que nacieron en nuestra provincia. Muy pronto soltaron amarras –si alguna vez existieron– con su tierra de origen y nunca llegaron a conocerse personalmente. León Felipe tenía ya veintiséis años cuando nació Baltasar Lobo y éste sobrevivió otros veinticinco al poeta peregrino. En sus biografías, la guerra civil española fue un punto de no retorno; perdieron patria y guía, pero jamás renegaron del humanismo solidario, de su compromiso con los más humildes, del trabajo y de la libertad. Ambos vivieron muchos escenarios, tantas veces marcados a fuego, con rebelde valentía y desarraigo. Esta exposición intentará –desde la cuna a la sepultura– hollar la senda, quijotesca y sideral, de sus ejemplares travesías.
Baltasar Lobo comienza a caminar, primero con pasos balbuceantes, al poco con mayor determinación a la búsqueda de su propio destino, una decisión correcta contra la pereza, sin saber que estaba por llegar todo un rosario de sinsabores. En Madrid se desengañó de las enseñanzas artísticas académicas, descubrió el arte de vanguardia, quedó embelesado por los museos y forjó su propia conciencia social al albur del anarcosindicalismo, siguiendo una estrella que jamás abandonó.
León Felipe experimentó en carnes propias ser un extranjero y un extraño, cualidad que le vacunó contra todo localismo. Al regresar a la España en llamas, tuvo el arrojo de leer públicamente el largo poema La insignia en Valencia el 28 de mayo de 1937; meses más tarde emprendió camino hacia el exilio definitivo. Él mismo escribió “mi patria está en todos los rincones de esta tierra de promisión”. Se autorretrató como “un paria que apenas tiene una capa”, se vio “forzado a cantar cosas de poca importancia” y, como Antonio Machado, siempre añoró “los días azules” de su infancia. ¿Días de inocencia e inconsciencia?
Don Quijote, el más famoso caballero andante de la literatura universal, santo patrón laico de noble idealismo, convivió de diferentes modos entre los creadores e intelectuales que afrontaron destierro y durísimo peregrinaje tras la guerra civil, generando infinidad de imágenes y reflexiones. El universal personaje creado por Cervantes simboliza la búsqueda más absoluta del sentido de la justicia.