Museo de León
1 de diciembre de 2015
30 de diciembre de 2015
Todos los públicos.
Cultura, Museos, Colecciones, Educación, Actividades culturales, León, Exposición
Junta de Castilla y León
Museo de León
Director: Luis Grau Lobo
Plaza de Santo Domingo, 8.. C.P.: 24002 León.
987 236405
987 221602
Museo de León. Pieza de piedra arenisca del Siglo III d.C. Hallada en Quintanilla de Somoza (Astorga, León)
Dentro de la enorme amalgama de divinidades que conformaban el ya de por sí extenso panteón romano, Serapis supone un ejemplo de la progresiva adquisición de divinidades importantes de los territorios conquistados. A los dioses heredados de la cultura griega, como Zeus-Júpiter, se incorporan progresivamente deidades provenientes de todos los márgenes del imperio, tales como Mitra, Cibeles, Isis o, como en este caso, Serapis. Tras la muerte de Alejandro Magno en el año 323 a.C., el imperio macedónico fue repartido entre sus generales, quienes fundaron nuevas dinastías en las antiguas provincias. El culto al dios Serapis procede de una de ellas, concretamente del Egipto ptolemaico. La necesidad de legitimación de los nuevos monarcas griegos en el trono llevó a una política de fusión entre la cultura griega y la nativa en algunos campos concretos como el arte o la religión. La deidad de la que hablamos se ampara en este propósito y sincretiza dos de las divinidades más importantes del Mediterráneo: Zeus Amón, de origen griego, y Apis, egipcio.
La llegada y conquista de la región norteafricana por parte del poderoso imperio romano, no solo supuso la incorporación del antiguo reino de los faraones, sino también de gran parte de su cultura y religión. La raíz griega de la mayoría de los dioses romanos facilitó que Serapis fuera gratamente acogido entre el pueblo romano quien lo equiparó, en muchas ocasiones, con el mismísimo Júpiter. El eficiente y desarrollado urbanismo romano permitió que estas deidades y sus cultos viajaran miles de kilómetros hasta lugares insospechados como es, en este caso, en entorno de la ciudad de Astorga (Asturica Augusta) en la provincia de León. Astorga fue una de las capitales administrativas de Hispania, estando ligada al campamento militar de la Legio VII (León) y a la extracción del oro de Las Médulas, en el Bierzo. La pieza que presentamos puede que sea una de las más atípicas y atractivas del conjunto que custodia el Museo de León. Se trata de una pequeña placa rectangular hallada en la localidad de Quintanilla de Somoza; que ingresó en el museo hacia 1887. Realizada en piedra local, posee una decoración en bajorrelieve de un templete dístilo con columnas helicoidales que sustentarían el frontón, así como dos discos lisos que flanquean el conjunto y que, en origen, posiblemente se encontraran decorados. Bajo la estructura podemos apreciar el contorno de una mano. Tanto sobre el frontón como en la palma de la mano es posible leer la inscripción en caracteres griegos: /A Zeus Serapis/ en la estructura; e /Iao/ sobre la mano. Iao es una fórmula de salutación o, tal vez, una aclamación para referirse a la grandeza de Yahvhé en la que algunos investigadores han querido ver un intento de fusión entre la deidad semítica y la norteafricana de raíz griega; aunque otros creen que simplemente se ha utilizado para enfatizar. La mano abierta es un emblema de paz, acercamiento y amistad, motivo que lleva a pensar que la placa se encontrara ubicada en uno de los umbrales de la vivienda saludando y brindando una buena acogida a los convidados. Este icono ha sido profusamente utilizado desde la prehistoria hasta tiempos recientes, y por ese motivo en ocasiones esta pieza sirve como símbolo identificativo de este Museo, dando la bienvenida a sus visitantes.
La pieza del mes constituye una oportunidad para conocer más detenidamente alguno de los bienes expuestos en el Museo, mediante una explicación detallada durante las visitas guiadas, que se desarrollan gratuitamente de martes a domingo, a las 12’30 h.