Relieve de la Piedad - Juan de Juni

Lugar de celebración:

Descripción:

Museo de León. La piedad de Juan de Juni o taller, obra en relieve en barro modelado, cocido y policromado (hacia el 1540). Se desconoce su procedencia segura.

Dentro del bullente panorama artístico leonés de la primera mitad del siglo XVI, debemos situar a un conjunto de artistas de origen europeo, norteño en particular, entre los que destaca de manera especial el francés Juan de Juni. Un artista con amplio conocimientos técnicos, que, a la manera de los artistas del renacimiento italiano, exploró las posibilidades expresivas de diversos materiales. Aunque en su producción son más abundantes las obras realizadas en madera una vez asentado en la corona de Castilla, trabajó en terracota en especial en sus primeros años, manifestando gran pericia técnica en el uso del barro como materia artística y demostrando formación en esta singular disciplina..

La Piedad que nos ocupa debió tener gran aceptación como imagen de devoción particular, pues son varios los ejemplares que han llegado a nosotros, e incluso consta por el crítico Palomino (1724) que se hicieron vaciados de la que hiciera Juni para la iglesia de San Martín de Valladolid. En cualquier caso, aún pudiendo ser una serie, la obra está cerca de la mano original de Juni, siendo quizá un tema que trata en León para después reincidir en Valladolid, o tal vez dos piezas sacadas del mismo molde, ya que coinciden en dimensiones. La lista de ejemplares con las mismas características la debemos engrosar con otras dos piezas de las que tenemos constancia: una en el Museo Victoria y Alberto de Londres y otra en la colección Camón Aznar de Zaragoza.

La escena tiene lugar al pie de la Cruz, con Jerusalén al fondo, en un paisaje montañoso donde la presencia de lo natural se reduce para situar a dos personajes que acompañan el drama: uno de ellos porta la escalera que ha servido para descender a Cristo, mientras que otro prepara la gruta donde será enterrado. La pieza centra la atención del devoto en la figura de María, turbada por un angustioso llanto a causa de la muerte de Jesús, quien se desliza en su regazo con una anatomía distorsionada que acentúa la expresividad del conjunto. Una ráfaga de aire mueve impetuosamente las ropas de María ofreciendo un agitado juego de líneas curvas que intensifica el patetismo del momento.

La pieza del mes constituye una oportunidad para conocer más detenidamente alguno de los bienes expuestos en el Museo, mediante una explicación detallada durante las visitas guiadas, que se desarrollan gratuitamente de martes a domingo, a las 12’30 horas.