Saltar al contenido principal.

Escudo de la Junta de Castilla y León; Página de inicio

  • Museos Castilla y León
  • Contacto

Museo de León

Redes Sociales

  • Facebook. Abre una nueva ventana
Contenido principal. Saltar al inicio.

Pieza del mes: "Retrato de Fray Diego Sánchez Maldonado"

  • Abre una nueva ventanaExportar
  • Compartir

Fecha de inicio:

1 de febrero de 2012

Fecha de finalización:

29 de febrero de 2012

Contacto:

  • museo.leon@jcyl.es
  • Telefono: 987 23 64 05

Tipo de evento:

Educación, Investigación, León, Cultura, Actividades culturales, Museos, Centros, aulas y yacimientos arqueológicos, Colecciones, Conservación, Exposición

Entidad organizadora:

Museo de León

Lugar de celebración:

Museo de León

Descripción:

Museo de León. Retrato de Fray Diego Sánchez Maldonado (óleo sobre lienzo, 107 x 80 cm)
José del Castillo (Madrid, 1737- Madrid, 1793)
1789
Procede del Monasterio de Carracedo, ingresó en 1955, con el número de inventario 2885 (restaurado en 1991).

Quizás José del Castillo hubiera tenido una fama mayor si no hubiese sido contemporáneo de Goya. Formado en las enseñanzas académicas dieciochescas y becado en dos ocasiones en Roma desde donde regresó con Corrado Giaquinto, su maestro italiano, en una primera ocasión, y como pintor de cartones de tapices para la Real Fábrica de Santa Bárbara en la segunda oportunidad, su vida transcurre paralela y a la sombra del aragonés y sus parientes políticos, los Bayeu. Si bien en un primer momento (1776) fue considerado más que aquellos, pues se le asigna un sueldo en Palacio de 9000 reales frente a los 8000 de Goya o Ramón Bayeu, gracias a los informes de Mengs, a la sazón dictador de la moda cortesana. Pero pronto sus aspiraciones de ser nombrado Pintor del Rey (1786) fueron truncadas por los artistas mencionados, a pesar de su cargo de Académico de Mérito de la Real de San Fernando y protegido del Conde de Floridablanca. Teniente Director de Pintura desde 1788, títulos aquél y éste que el pintor detalla en el reverso de la tela que nos ocupa junto a su nombre y la fecha del cuadro, Del Castillo perdió las esperanzas que le restaban para ocupar la vacante del difunto Ramón Bayeu en 1793 y murió ese mismo año en la pobreza y, posiblemente, en una aguda frustración personal.

Su estilo bien puede explicarse a la vista de sus maestros y los encargos que debió realizar para Palacio; discípulo de Giaquinto y copista en Roma de Reni y Domenichino, entre otros, ejecutó copias de los frescos de Lucas Jordán en el Buen Retiro de Madrid, conocidas por grabados a los que estos lienzos sirvieron de preparación. Su pincelada es precisa y moderna, de amplio y meditado trazo, a la manera del fa presto Jordán, o de los pintores romanos del siglo anterior, velazqueño al fin, como lo fueron muchos sin llegar a la genialidad del de Fuendetodos. Este lienzo leonés es de gran elegancia y cuidada factura, el retrato es tímidamente psicológico pero hábito y libro definen altas calidades táctiles con sumaria ejecución. El retratado es, y así reza en la cartela inferior: el "Reverendo Padre Fray Diego Sánchez Maldonado, hijo ilustre de este Monasterio de Carracedo, Varón muy esclarecido en doctrina, virtud y celo de las almas. Fue abad de este Monasterio y del de Rioseco y visitador y definidor de la orden. Nació en Villareal de Ocaña, arzobispado de Toledo y allí fue bautizado el día 21 de julio del año de 1549 y tomó el hábito el 17 de enero de 1570". El Museo guarda otro lienzo de idénticas dimensiones, procedencia, motivo, disposición e incluso marco que, sin embargo, no parece de la misma mano, en factura mucho más rígida y quizá anterior en su datación. Este último representa al conocido monje carracetense Fray Gerónimo de LLamas (abad en 1593), autor del manuscrito nº 714 de la Biblioteca Nacional de Madrid, que tan buen servicio presta a los historiadores de dicho monasterio. La coincidencia de ambas telas pudiera suponer el encargo de una galería al uso de retratos de los abades que, considerando la cronología del primero, pudo incluirse en el amplio programa de renovación arquitectónica del cenobio berciano, como decoración de una de sus salas en el nuevo claustro que tan breve vida hubo de tener. Si esto fue así únicamente tenemos dos ejemplos que lo avalen, aunque en cualquier caso hay que señalar la representación de ambos con un libro -Maldonado escribiendo, Llamas a punto de hacerlo- lo que tal vez indique su dedicación cronística, confirmada en el caso del segundo. Al neoclasicismo de la edificación habría que añadir entonces la modernidad, y pujanza económica que supone el trabajo de un afamado pintor como Del Castillo y el ansia de perduración de la comunidad a través de la exaltación programática de sus glorias pretéritas, un anhelo que se truncaría pronto.