Procedente del Monasterio de Santo Domingo de Silos, formada por una serie de placas de marfil decoradas con escenas cinegéticas, atauriques y animales afrontados dispuestos en bandas horizontales. Posiblemente esta arqueta fuera utilizada durante algún tiempo en el Monasterio como receptáculo de reliquias. En uno de los laterales el marfil ha sido sustituido por una placa de cobre dorado y esmaltado representando a Santo Domingo entre dos ángeles, en la tapa otra con el Agnus Dei, elaboradas en el taller del Monasterio. La inscripción indica que fue ejecutada en los talleres de Cuenca por Muhammad ibn Zayan en el año 417 de la Hégira (año 1026 de la era cristiana).