Las obras de restauración de esta iglesia implicaron la sustitución de algunas porciones de su rosetón. Por ello, pasaron al Museo varios ele¬mentos de la vidriera de color, firmada por Arnao el Viejo o su hijo Arnao de Vergara. La obra renacentista que representaba en origen un Apostolado recitando el Credo sufrió múltiples reparaciones y añadidos posteriores.