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ÍDOLO ESPÁTULA DEL TÚMULO MEGALÍTICO DE LA VELILLA (OSORNO).

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Fecha de inicio:

28 de abril de 2020

Fecha de finalización:

31 de mayo de 2020

Colectivo destinatario:

Todos los públicos.

Tipo de evento:

Cultura, Museos, Centros, aulas y yacimientos arqueológicos, Exposición, Colecciones, Conservación, Investigación, Educación, Actividades culturales, Palencia

Entidad organizadora:

Junta de Castilla y León

Lugar de celebración:

Museo de Palencia

Director: Francisco Javier Pérez Rodríguez

Plaza del Cordón, 1.. C.P.: 34001 Palencia.

979 752 328

979 700 599

Correo electrónico (pulse para verlo)

http://www.museoscastillayleon.jcyl.es/museodepalencia

Descripción:

Museo de Palencia. Presidiendo una de las vitrinas de la planta de Prehistoria de nuestro Museo, hallamos un bello ejemplar de Ídolo Espátula de hueso, confeccionado sobre la tibia de una oveja o cabra, que formaba parte del ajuar funerario del túmulo megalítico de La Velilla, en Osorno. No es el único, hay otras 13 piezas parecidas en esta tumba colectiva de finales del Neolítico, pero lo que resulta excepcional en este caso es su decoración antropomorfa con claros rasgos femeninos: una cabeza que dibuja los trazos de la cabellera en la parte posterior, un estilizado cuello y un torso en el que se señalan dos protuberancias a modo de senos y ambos brazos pegados al cuerpo. La rotura de la pieza en este punto nos impide comprobar si existían más detalles, aunque bien podemos imaginar que la propia forma de la pala ausente haría las veces de vestido o falda.

Estos Ídolos Espátula, profusamente decorados a veces, se conocen con el nombre de San Martín-El Miradero, y son frecuentes tanto en el centro de la cuenca del Duero como en el Alto Ebro. Los ejemplares de Osorno tienen la virtud de servir de nexo entre los dos focos y compartir características de ambos.

Son típicos de la segunda mitad del IV milenio a. C. y, pese a haber sido interpretados en principio como aplicadores de bermellón, una sustancia rojiza que impregna los cadáveres depositados en el sepulcro, se considera ahora que, más bien, son objetos litúrgicos al servicio de ciertas ceremonias rituales (usados como mezcladores de brebajes, por ejemplo) y que podrían haber funcionado a la vez como símbolos de prestigio y como marcadores de identidad.